lunes, 15 de septiembre de 2008

Reflexión sobre el genero entrevista

En función de la entrevista realizada a Roberto Cesan

¡Entrevistar! Que acción tan agradable. Será que entrevistar se asemeja a hacer el amor: se necesitan mínimo de dos personas para hacerlo, y solo sale bien si esas personas se llevan bien, se quieren, ni hablar si se aman. De lo contrario el resultado sería una serie de preguntas y respuestas, de las cuales puede salir un hijo en el peor de los casos, pero nunca un lindo recuerdo. Algo que sentí en primera instancia en la entrevista fue una forma de conversación y no de interrogación cómo supuse que sería. Valiosas resultaron las opiniones, comentarios e ideas de las que se nutrió mi interesante conversación llamada entrevista. Que cosa curiosa fue luego buscar en el diccionario el significado de la palabra y llevarme la sorpresa de que en latín significa: “Los que se ven entre sí”. No obstante, ¡Entrevistar! que arte de dialogo interesado (tanto por el trabajo que exige la materia cómo el de conocer más a fondo a mi entrevistado), con un acuerdo previo e intereses y expectativas por ambas partes. Pero, el conseguir esta entrevista me permitió llevar a la práctica una producción de ciencia social que concluye con la suerte de narrar un testimonio de vida que enorgullece a una comunidad cómo la varelense. Esa importancia social y cultural de conocer las historias de aquellos maestros que forjan las raíces de una sociedad fue la importancia fundante de mi trabajo.
El mayor trabajo de mi entrevista radicó en la preparación. Preguntas previas frecuentes fueron: ¿Cómo hacer para narrar la vida de un personaje que nutre a su pueblo con sus acciones sociales? Este fue mi gran foco de atención. Lograr tomar de su relato los puntos clave de las acciones forjadoras de cultura y exponer su importancia dentro de la comunidad varelense era mi objetivo. Creo que lo he hecho.
Obtuve la información sobre las características de mi entrevistado tal cómo quería, pero no con la estructura de entrevista que me había propuesto, sino a través de una charla amena que resulto en una plática muy nutrida y fructífera. De esta forma tuve más trabajo cuando finalmente me senté a estructurarla para presentarla. No supe cómo llegar a darle esa naturalidad que se dio en el momento en que nacía y vivía la entrevista, más bien quise lograrlo, quizás lo haya hecho sin darme cuenta.
Realizar este trabajo de entrevista me lleva su debido tiempo, pero no por su preparación, sino por la disposición horaria del entrevistado para ser entrevistado. Uno piensa en un principio que llevarla a cabo no es cosa difícil de hacer, hasta que se da cuenta que el entrevistado que uno ha escogido esta ocupado para regalarnos de buena fe una hora de su tiempo. No obstante, son problemas que logran solucionarse.
En una entrevista intervienen el entrevistador y el entrevistado. El primero, además de tomar la iniciativa de la conversación, plantea mediante preguntas específicas el tema de interés y decide en qué momento el tema ha cumplido sus objetivos. El entrevistado facilita información sobre sí mismo, su experiencia o el tema en cuestión. Gracias a dios mi entrevistado fluyo por esta estructura que tome para realizar la entrevista.
Mi interés por entrevistar a Roberto Cesan provino por ser mi primer mentor en el teatro, un arte que descubrí por casualidad y que Roberto Cesan estuvo ahí para ser uno de los primeros que me abriera los ojos hacia el camino artístico. Al escuchar la consigna de la entrevista, “mayor de cuarenta y cinco años y con un rol social identitario” su nombre fue lo primero que se me vino a la mente, no solo porque fue director de la casa de cultura de Florencio Varela, ciudad en la que nací y vivo, sino porque quería aprovechar la excusa de la entrevista para conocer más a fondo ¿Quien es, que hace y cual es su verdadero rol social en Florencio Varela? Esa fue mi inquietud, mi curiosidad, mi voluntad manifiesta de difundir en resultado. Ahora bien, mi entrevistado debe ceder a ser entrevistado para que yo pueda lograr mi cumplido, debe tener algún interés para otorgarme su tiempo, por su ego, por publicidad, por dinero no pudo ser, pero si por su ayuda en aportar a una causa estudiantil cómo la mía. Sinceramente agradezco por el gesto de mi entrevistado en prestarse en el living de su casa a mi primera entrevista importante.

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