Historia de amor
Por. Hermes Javier Molaro
Por. Hermes Javier Molaro
Martín y Paz son dos adolescentes universitarios que se atraen mucho uno a otro, pero ninguno de los dos tiene idea alguna de que ambos sienten lo mismo.
El es de Buenos Aires, Quilmes, y ella es de Tierra del fuego, Ushuaia.
Ambos estudian en la Universidad de Filosofía y Letras de la Plata. El, en la carrera de filosofía y ella en la carrera de letras.
Se habían conocido hace 5 años en el curso de ingreso. El siempre fue un poco vago con el estudio, tanto que recién esta llegando a la mitad de su carrera, además ha fracasado en muchos proyectos económicos que se propuso para su futuro, en la jerga argentina lo llamaríamos un perdedor total. Por otro lado, hoy, ella se recibe y realiza una fiesta en su casa luego de la entrega de su diploma de grado. La fiesta es en la casa que alquilo durante su vida universitaria junto a otro grupo de amigas y si bien el motivo de la reunión es el festejo de la culminación de su carrera como estudiante, también sus amigas le festejan que vuelve a Tierra del fuego en donde una importante empresa de comunicaciones la esta esperando con una propuesta de trabajo en el exterior para el año que viene, más precisamente en Australia, en el 2009. Esto ella aun no lo sabe y se entera durante la fiesta misma justo cuando Martín estaba a punto de arrancar el coraje de su vida para decirle todo lo que sentía.
Cuando toda la euforia y el festejo de la fiesta finalizan, ambos se sienten extraños y muy confundidos por todo lo que sucedía dentro de cada uno de sus corazones. Por un lado ella se sentía muy feliz por su éxito profesional y por su futura vida exitosa, pero a la vez se sentía muy sola y vacía de sentimientos, por ver que su amado jamás la había visto como algo mas que dos grandes amigos. Por otro lado, el se sentía peor, arruinado, destrozado, e inconsciente de amor. Desde que su coraje para decirle lo que sentía había muerto con la gran noticia de la fiesta, no paro de comerse con la vista a su amada e intuir que comenzaba ese día, el día del comienzo de algo que nunca había sido y que jamás podría ser. Ahora bien, ya se habían ido casi todos del lugar, era tarde en esa madrugada de diciembre y ambos de una manera muy extraña se acercaban para hablar.
Dialogo:
Martín: Lo más triste y filosófico que se le puede desenterrar a esta fiesta, teniendo en cuenta la hora que es, es la esencia de la celebración… Paz, (el la mira fijamente demostrando su angustia y tratando de ver si ella se sentía igual por el), te siento extraña, no paré de observarte durante toda la noche y de darme cuenta de que hay algo que te aqueja.
…Vos sabes… ¿Verdad?...que con migo, desde que nos conocimos, podes confiar… ¿Qué es lo que pasa?
Paz: (con voz muy tenue como la caricia de una suave brisa)…Nada Martín, solo que todo este tiempo paso muy rápido, parece que fue ayer que nos conocimos en la puerta de la facu, ¿Te acordás?
Martín: Como no me voy a acordar… (Muy escéptico y con un agujero en su corazón piensa luego: “si fue uno de los mejores días de mi vida”)
Paz: (Escuchaba la contestación de Martín y se sentía mas angustiada al ver que el no agregaba ejemplo alguno de ese recuerdo, cuestión que la llevaba a pensar que verdaderamente el no recordaba ese momento y que por lo tanto ella no era importante en la vida de el)…Aja…umm…así que te acordas.
Martín: (Su mente volaba y no podía hablar con propiedad como siempre fue en su forma de expresarse ante situaciones de este fondo. Su amor por ella parecía estallar dentro de el lapidándolo lentamente y de forma agonizantes en cada movimiento que su amada realizara. En cada mirada de ella y en cada suspiro que le producía el creía que moría en ese mismo lugar y que nunca jamás volvería a ver un nuevo y grato amanecer junto a ella como en los viejos tiempos)…Entonces…ehhmm… te sentís bien, ningún problema…
Paz: (Preocupada por la forma en que se veía su amado, a pesar de la desilusión que le causaba deducir que para el ella solo era una amiga)… Martín te pasa algo… te sentís bien… no me asustes estas pálido… ¿Qué te pasa?
Martín: (Sudando y muy nervioso parecía que ese amor realmente lo estaba afectando y mucho a tal punto que comenzaba a desmayarse)…Paz…Paz…Paz…dame Paz…
Paz: (Desesperada y muy angustiada por el estado de su amado, no sabia que hacer, solo preocuparse más y más, hasta que en medio de la tensión Martín se desmayo y callo, de otra forma y no como ella hubiese querido, rendido a sus pies)…(gritando desesperadamente)…Martín…Martín… despertate Martín no te mueras…te necesito.
Alguien de la fiesta vio a Martín en el piso y no dudo en llamar una ambulancia. Una vez ésta en el lugar de los hechos, médicos prosiguieron a ver la situación.
Un medico dedujo la no gravedad de la realidad ya que se dio cuenta que solo era un desmayo. El problema es que, ya mas calmados y conscientes de las circunstancias, en conjunto los médicos no podían determinar el porque del desmayo de Martín, ya que una vez recuperado y luego de unos estudios obligatorios, no había indicios de alcoholemia, enfermedades epilépticas o neuronales, etc., ni nada que hubiese afectado a Martín, demás esta decir que distinguieron que Martín era un chico sano.
No obstante, Paz que siguió con lujo de detalles lo sucedido a Martín, estaba muy preocupada por esa noche, entonces aconsejo a Martín ver un psicólogo. Martín que nunca se había negado a las palabras y los mandamientos de su amada, pidió un turno en el colegio de psicólogos de la Plata para ver si tenia algo más de lo que el ya sabia que padecía.
Martín: (Solo en el consultorio psicológico esperando ser atendido pensaba que es lo que hacia en ese lugar, jamás había creído palabra alguna de la psicología)
…¿Qué hago yo acá?... no puedo creer que encima de todos los problemas que tengo en el estudio y con todo lo que tengo que estudiar… ummmmm…a quien engaño… nunca estudio.
Una señorita muy joven y muy hermosa ingresaba al consultorio vestida como doctor, todo suponía que era la psicóloga y así lo deseaba Martín.
Psicóloga: (De fondo suena en el consultorio provócame de Chayanne).Vos debes ser Martín…Que lindo nombre…Contadme Martín y ahora ¿Que hacemos?
Martín: (De un momento al otro, al ver a la psicóloga y escuchar estas palabras se había olvidado completamente de Paz y de todo lo que pensaba en ella… por lo menos en ese momento. Miraba a la psicóloga no con amor sino con mucha simpatía y se sentía bien con mucha felicidad y sin angustias causadas por amores que según Martín eran imposibles)… (Irónico)
…La verdad que esto de la psicología da resultados…y bueno escribamos nuestra historia.
El es de Buenos Aires, Quilmes, y ella es de Tierra del fuego, Ushuaia.
Ambos estudian en la Universidad de Filosofía y Letras de la Plata. El, en la carrera de filosofía y ella en la carrera de letras.
Se habían conocido hace 5 años en el curso de ingreso. El siempre fue un poco vago con el estudio, tanto que recién esta llegando a la mitad de su carrera, además ha fracasado en muchos proyectos económicos que se propuso para su futuro, en la jerga argentina lo llamaríamos un perdedor total. Por otro lado, hoy, ella se recibe y realiza una fiesta en su casa luego de la entrega de su diploma de grado. La fiesta es en la casa que alquilo durante su vida universitaria junto a otro grupo de amigas y si bien el motivo de la reunión es el festejo de la culminación de su carrera como estudiante, también sus amigas le festejan que vuelve a Tierra del fuego en donde una importante empresa de comunicaciones la esta esperando con una propuesta de trabajo en el exterior para el año que viene, más precisamente en Australia, en el 2009. Esto ella aun no lo sabe y se entera durante la fiesta misma justo cuando Martín estaba a punto de arrancar el coraje de su vida para decirle todo lo que sentía.
Cuando toda la euforia y el festejo de la fiesta finalizan, ambos se sienten extraños y muy confundidos por todo lo que sucedía dentro de cada uno de sus corazones. Por un lado ella se sentía muy feliz por su éxito profesional y por su futura vida exitosa, pero a la vez se sentía muy sola y vacía de sentimientos, por ver que su amado jamás la había visto como algo mas que dos grandes amigos. Por otro lado, el se sentía peor, arruinado, destrozado, e inconsciente de amor. Desde que su coraje para decirle lo que sentía había muerto con la gran noticia de la fiesta, no paro de comerse con la vista a su amada e intuir que comenzaba ese día, el día del comienzo de algo que nunca había sido y que jamás podría ser. Ahora bien, ya se habían ido casi todos del lugar, era tarde en esa madrugada de diciembre y ambos de una manera muy extraña se acercaban para hablar.
Dialogo:
Martín: Lo más triste y filosófico que se le puede desenterrar a esta fiesta, teniendo en cuenta la hora que es, es la esencia de la celebración… Paz, (el la mira fijamente demostrando su angustia y tratando de ver si ella se sentía igual por el), te siento extraña, no paré de observarte durante toda la noche y de darme cuenta de que hay algo que te aqueja.
…Vos sabes… ¿Verdad?...que con migo, desde que nos conocimos, podes confiar… ¿Qué es lo que pasa?
Paz: (con voz muy tenue como la caricia de una suave brisa)…Nada Martín, solo que todo este tiempo paso muy rápido, parece que fue ayer que nos conocimos en la puerta de la facu, ¿Te acordás?
Martín: Como no me voy a acordar… (Muy escéptico y con un agujero en su corazón piensa luego: “si fue uno de los mejores días de mi vida”)
Paz: (Escuchaba la contestación de Martín y se sentía mas angustiada al ver que el no agregaba ejemplo alguno de ese recuerdo, cuestión que la llevaba a pensar que verdaderamente el no recordaba ese momento y que por lo tanto ella no era importante en la vida de el)…Aja…umm…así que te acordas.
Martín: (Su mente volaba y no podía hablar con propiedad como siempre fue en su forma de expresarse ante situaciones de este fondo. Su amor por ella parecía estallar dentro de el lapidándolo lentamente y de forma agonizantes en cada movimiento que su amada realizara. En cada mirada de ella y en cada suspiro que le producía el creía que moría en ese mismo lugar y que nunca jamás volvería a ver un nuevo y grato amanecer junto a ella como en los viejos tiempos)…Entonces…ehhmm… te sentís bien, ningún problema…
Paz: (Preocupada por la forma en que se veía su amado, a pesar de la desilusión que le causaba deducir que para el ella solo era una amiga)… Martín te pasa algo… te sentís bien… no me asustes estas pálido… ¿Qué te pasa?
Martín: (Sudando y muy nervioso parecía que ese amor realmente lo estaba afectando y mucho a tal punto que comenzaba a desmayarse)…Paz…Paz…Paz…dame Paz…
Paz: (Desesperada y muy angustiada por el estado de su amado, no sabia que hacer, solo preocuparse más y más, hasta que en medio de la tensión Martín se desmayo y callo, de otra forma y no como ella hubiese querido, rendido a sus pies)…(gritando desesperadamente)…Martín…Martín… despertate Martín no te mueras…te necesito.
Alguien de la fiesta vio a Martín en el piso y no dudo en llamar una ambulancia. Una vez ésta en el lugar de los hechos, médicos prosiguieron a ver la situación.
Un medico dedujo la no gravedad de la realidad ya que se dio cuenta que solo era un desmayo. El problema es que, ya mas calmados y conscientes de las circunstancias, en conjunto los médicos no podían determinar el porque del desmayo de Martín, ya que una vez recuperado y luego de unos estudios obligatorios, no había indicios de alcoholemia, enfermedades epilépticas o neuronales, etc., ni nada que hubiese afectado a Martín, demás esta decir que distinguieron que Martín era un chico sano.
No obstante, Paz que siguió con lujo de detalles lo sucedido a Martín, estaba muy preocupada por esa noche, entonces aconsejo a Martín ver un psicólogo. Martín que nunca se había negado a las palabras y los mandamientos de su amada, pidió un turno en el colegio de psicólogos de la Plata para ver si tenia algo más de lo que el ya sabia que padecía.
Martín: (Solo en el consultorio psicológico esperando ser atendido pensaba que es lo que hacia en ese lugar, jamás había creído palabra alguna de la psicología)
…¿Qué hago yo acá?... no puedo creer que encima de todos los problemas que tengo en el estudio y con todo lo que tengo que estudiar… ummmmm…a quien engaño… nunca estudio.
Una señorita muy joven y muy hermosa ingresaba al consultorio vestida como doctor, todo suponía que era la psicóloga y así lo deseaba Martín.
Psicóloga: (De fondo suena en el consultorio provócame de Chayanne).Vos debes ser Martín…Que lindo nombre…Contadme Martín y ahora ¿Que hacemos?
Martín: (De un momento al otro, al ver a la psicóloga y escuchar estas palabras se había olvidado completamente de Paz y de todo lo que pensaba en ella… por lo menos en ese momento. Miraba a la psicóloga no con amor sino con mucha simpatía y se sentía bien con mucha felicidad y sin angustias causadas por amores que según Martín eran imposibles)… (Irónico)
…La verdad que esto de la psicología da resultados…y bueno escribamos nuestra historia.
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