sábado, 6 de diciembre de 2008

Ensayo

¿Cuál es el secreto para crear una obra de arte?

“Mientras le preparan la cicuta, Sócrates aprendía un aria para flauta.
— ¿De qué te va a servir?, le preguntaron.
— Para saberla antes de morir”.
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos.
Un artista debe tener siempre en cuenta que las obras de arte en muchos casos se convierten dignamente a través del tiempo en clásicos, transformados en éstos por sus públicos. Entonces, cómo dice Calvino, “la única razón que se puede aducir es que leer los clásicos es mejor que no leer los clásicos”.
Calvino refiriéndose a los clásicos decía: “La juventud comunica a la lectura, cómo a cualquier otra experiencia, mientras que en la madurez se aprecian los detalles, niveles y significados”, y concluía: “Se llama clásicos a los libros que constituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, pero que constituyen una riqueza no menor para quién se reserva la suerte de leerlos por primera vez en las mejores condiciones para saborearlos”.
De los clásicos, la escritura, la danza, la música y el teatro cómo en otras formas de expresión artística, nacen ideas creadas por mentes creativas que en un aire de inspiración logran la creación. O por la fuerza de trabajo duro, cómo la pluma de Walsh, logran la erudición. Yo hablo del teatro porque provengo de el y veo más clara la temática creativa en la construcción de personajes, punto clave del arte actoral. Pero pienso que pensar al teatro desde el actor no es tan profundo cómo pensar al teatro desde su verdadera existencia por medio de la obra de teatro, la dramaturgia que crea la obra a representar, la mente creativa inspirada y erudita que crea la obra de arte a raíz de una idea o ideales que se plasman en papel, a través de la escritura.
El teatro así me lleva a pensar en la escritura cómo en aquella herramienta que permite al teatro nacer con el dramaturgo. A través del teatro veo la escritura cómo estructura técnica que permite a una idea ser escénicamente. A través del teatro veo en esa idea realidad ideada y editada por una mente con intenciones de hacerlo, poseyendo creatividad, intuición o erudición y/o ambas, dominio de la técnica para plasmar ideas en papel y por sobre todas las cosas, ganas de hacerlo. Cueste creerlo o no todo gracias a una idea, la escritura para hacerla realidad y el teatro para darle vida, mediado por una o varias mentes creativas. A través del teatro es que me he preguntado, y ahora quiero indagar profundamente, en la chispa de luz que crea una creación, una obra de arte y le da vida. Así pues veo en la escritura un medio técnico, en el teatro un medio escénico que recrea y vivencia y en el lenguaje un código, pero en el dramaturgo veo las ideas. En una mente creativa, inspirada y/o erudita, trabajadora y con ganas veo la chispa de luz que crea una obra de arte. Pero ¿Cómo nace esa chispa de luz en el dramaturgo, en un artista, que transforma luego en creación, en obra de arte? Y ¿Cómo mantiene luego lo áureatico que le otorgará a su obra de arte para que esta por la reproductividad técnica inmanente de nuestros tiempos no sufra alteraciones? Charly García, gran músico argentino, alguna vez dijo “genio no es el que se copia de uno, sino de todos para unificar en una creación”. Será que por provenir de una cultura e historia, salirse de ella no es opción para crear; por lo que dentro buscamos establecer entre lo dicho y hecho uniones, nuevas creaciones creadas de lo conocido, para decir lo que aún no se ha dicho y hecho, creando así la novedad; pero solo vivenciamos lo que era desde otra mirada y la creatividad no es más que ver lo que siempre fue desde otra perspectiva u otros ojos. Porque siempre nos movemos en el plano de lo conocido, de la cultura que nos estructura y no nos deja escapar. Para John Berger, los cuadros más logrados del artista Magritte son aquellos en los que lo imposible ha sido intuido, medido e insertado cómo una ausencia. Aquí vemos un intento de evadir la estructura para crear una obra de arte, pero la creación solo es un nuevo enfoque inteligente de mirada que una vez conocido y comprendido se estructura con las ideas ya conocidas de las cuales provino. Para los estándares de Magritte, dice Berger, “un cuadro suyo es un fracaso cuando confirma la experiencia vivida hasta entonces por el espectador”. Todas las artes tienen cierta unión entre sí, siempre y cuando tengamos un buen ojo afilado para verlo de esta manera. Pero pensar, en teatro, en una obra se arte escénica en la cual un espectador no confirma algo con lo cual se sienta reflejado con la obra, sea drama o comedia, entre otras, no suscita interés social alguno, e imagino que en la pintura pasa igual si la obra de arte no tiene relación alguna con las experiencias. Puede que tenga un enfoque no relacionado a lo social, pero aún así esta creado por un artista que es social y no puede salirse de ese estado. Por lo que el intento de Magritte es imposible y no debería sentirse fracasado porque el espectador confirme experiencia en alguna de sus obras de arte, al contrario esa es una de las tantas funciones del arte, vivenciar experiencias de vida con sentido social, con significado. Magritte decía, “lo único que tiene valor para el pensamiento es el significado, que es el concepto moral de lo imposible”. Por sobre todas las cosas, hasta lo imposible en una obra de arte, ha de tener significado.
En los escritores notamos una singularidad peculiar para la creación. Primero en principal en la escritura tenemos variedad de géneros y estéticas narrativas de las cuales cada escritor se siente a gusto o más cómodo para ciertos géneros que para otros. Hasta dentro de un mismo género tenemos variedades de formas que dependiendo del escritor creador, van formando estilos narrativos diferentes, también los llamaría creaciones de las creaciones. Cómo vemos el escritor es todo un artista, todo un creador. Podríamos falsamente concluir: Escritor = Creador =Artista. Pero esto no es razón de las ciencias exactas sino de lo menos intangible pero vasto e incuantificable incualificable que hay en la tierra, la creatividad.
La creatividad es el motor interior de la mente humana que le da sentido a todas las cosas que hacemos novedosas e interesantes de la vida. La creatividad es la chispa de luz que nace en las mentes humanas para crear. Por lo que si queremos indagar sobre cuál es el secreto para crear una obra de arte, no tenemos que buscar más que en la mente humana, en eso que llamamos creatividad. Indagar sobre su innatismo o no, quizás hasta meternos en la biología de nuestro cerebro para descubrir los recónditos motores de la creación. Sólo con ella todos somos capaces de poseer la creación. Y decidir si queremos dar vida a la obra de arte.
“Nadie”, dice Pascal, “muere tan pobre como para no dejar algo”. Ciertamente, deja un legado en recuerdos —sólo que a veces éstos no encuentran herederos.
Walter Benjamín, El Narrador.

“La vida es una obra de arte que una vez finalizada será meritoria de un aplauso”
Hermes Molaro.
BIBLIOGRAFÍA


· Calvino, Italo. Porque leer los clásicos. Fábula Tusquets Editores. Págs. 14, 20 & 23.
· Berger, John. Mirar: Magritte y lo imposible. Ediciones de la Flor. Pág. 196 a 203.
· Benjamín, Walter. La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica (1936).
· _____________. El Narrador, Consideraciones sobre la vida de Nicolás Leskov. Pág. 200 a 202.
· Piglia, Ricardo. Formas Breves, Tesis sobre el cuento & Nuevas tesis sobre el cuento.

1 comentario:

Victor Juarez dijo...

IMPRESIONANTE

Te felicíto Hermes, creo que lográs contar un tema tan importante desde tu propia vivencia, y a la vez, respaldar lo que decís a través de la fuerza que contienen las citas. Creo que mejoraste muchísimo en la cursada. Un abrazo!!